lunes, 7 de noviembre de 2011

LA ORACIÓN

LA ORACIÓN
La oración es la mejor arma que tenemos; es la llave al corazón de Dios. Debes hablarle a Jesús, no solo con tus labios sino con tu corazón. En realidad, en algunas ocasiones debes hablarle solo con el corazón. Reza, espera y no te preocupes. La preocupación es inútil. Dios es misericordioso y escuchará tu oración.” Padre Pió.
¿QUÉ ES LA ORACIÓN?
·        La oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría (Santa Teresa del Niño Jesús)
Toda oración debe estar guiada por la acción del espíritu santo y debe estar encaminada hacia la santísima trinidad. Jesús oraba constantemente al padre; así nosotros sus hijos debemos orar al padre para estar en contacto con el amor que se nos da a través de su hijo.
Hay distintas fórmulas, maneras y métodos para orar, pero la oración más perfecta para dirigirnos a nuestro padre Dios es la oración que Cristo nos enseñó: el Padrenuestro.
Nuestra oración debe seguir el estilo de Jesús, el cuándo oraba bendecía, glorificaba y alababa a Dios por sus maravillas y prodigios en la tierra. Por lo tanto, el modo de oración que propone la iglesia es acorde al estilo de Jesús. El modo de orar es el siguiente:
ORACIÓN DE ALABANZA
La alabanza es la gratitud del corazón y la forma más directa de reconocer y glorificar a Dios por su divinidad y grandeza.
La oración de alabanza puede manifestarse de diversas formas: en el canto, el grito y en el deseo interior de dar gracias a Dios, etc.
La alabanza conduce a la adoración, que más tarde, se convierte en un estado de contemplación. La contemplación  fija la mirada y la atención hacia Dios, allí es donde se me permite conocer a Dios, amar y ser amado por él.
 La alabanza integra otras formas de oración y las lleva hacia aquél que es su  fuente y su término: "un solo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros" (1 Co 8, 6).